Noches de polvo y ruina,
oscilando entre la locura y la resaca,
meciendo como un péndulo de hielo,
espera el final para volver a comenzar.
Hechizo.
Ácido que juega entre sus poros.
Comienza a marchitar y
empieza su ocaso.
Se siente plácido.
Fin.
Amanece entre la oscuridad de su rostro.
La luz le ciega y le apaga.
Taciturno espera la noche que
amaine su desesperación.
Jorge Luis Palomo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario